La Creativa Big Band está dirigida por el músico Patxi Pascual y formada por estudiantes del Título Superior de Interpretación en Jazz y Músicas Actuales y es una de las agrupaciones estrella de Música Creativa.
La breve historia de la docencia jazzística en nuestro país dispone de una tribuna privilegiada, desde hace años, en los profesores de la Escuela de Música Creativa. Esta entidad inventa y recompone nuestra música popular, habitando en una ancha frontera creativa de identidad bien señalada. Anoche, la espléndida labor de dirección de Patxi Pascual sirvió de sustento para que los alumnos más aventajados del Centro Euperior de la escuela, la que imparte el único Titulo Superior oficial de Jazz existente en la Comunidad de Madrid, mostrasen en un abarrotado teatro Fernán Gómez sus nada desdeñables facultades.
Desarrollo rotundo
Un total de doce composiciones de filiación creativa dispersa fueron los jalones de este recital y, mientras el director aseguraba la solidez del ropaje, diversos alumnos pusieron su firma a los fragmentos que les tocaba. El resultado del desarrollo era tan sólido que los últimos dejaron de ser discípulos para convertirse en prolongación de la sensibilidad de sus maestros.
Hubo singularidad rompiendo el fuego en la sección de metales en la que todos sin excepción brillaron con luz propia: los trompetistas David Strike, Alejandro Otheguy, Luis Francisco Bustos y Moisés Melchor, y los trombonistas Jorge Moreno, Nico García, Guillermo Sánchez y Xabier Domínguez. Aparecieron también, sólidos como un menhir y jugando en terreno favorable con sus saxos, Miriam García, Belén Martín, Héctor Collado, Rafael Arratia y Julián García, probablemente con la que fuera una de las mejores creaciones de la noche; una pieza de Paquito D’Rivera titulada «Snow samba», en la que los metales supieron sacar muy buen partido.
Temperatura instrumental intensa
Seis instrumentistas prometedores completaban la oferta desde la sección rítmica; los bajistas Miguel Colmenarejo y Diego García, los bateristas Guillermo Manzanares y Santiago Aquista, y, desde los teclados y piano, respectivamente, Adríán Solla y Julián Jiménez Lorca. Hubo modales exquisitos en las intervenciones de este último y también en las posteriores de los guitarristas Jorge Fernández, Javier Rubio y Nacho Serrano. Todos, con el concurso de Natalia Estrada, Jesús Condito y Luis García, en flautas, saxos y clarinete, procuraron en todo momento una temperatura instrumental intensa y original, demostrando la calidad del repertorio.
Estamos seguros de que, en breve, esta gente hará conciertos con figuras internacionales; sin embargo, ninguno será tan diáfano como el que anoche rubricaron cuando interpretaron «Feeling good», de Anthony Newley y Leslie Bricusse; «Blue skies», de Irving Berlin; «Funk City Ola», de Bob Mintzer, o «Viento de América», del director de la formación, Patxi Pascual. En algunos de los diferentes títulos citados brillaron con suficiencia, además, voces como las de Marina de la Mora, Mónica Matabuena y Cristina Rubio, todas con excelente expresividad y buenas dosis de inteligencia en la construcción melódica.
Alumnos y el maestro Patxi Pascual se agradecieron, mutuamente, la posibilidad de permitir que entre ambas partes sigan elaborando en lo sucesivo conspiraciones estéticas, todas imprescindibles. Conciertos como este confirman su explosión de madurez.
Voz: Mónica Matabuena, Marina De la Mora
Piano y Voz: Cristina Rubio
Flauta: Natalia Estrada Marín, Jesús Romero Hidalgo
Clarinete: Luis García
Saxos
Míriam García Moreno
Héctor Collado Cano
Sergio Fontcuberta Calvo
Belén Martín Ortega
Trompetas
Luis Francisco Bustos
Moisés Melchor
Javier Martínez
Trombones
Xabier Domínguez
Nicolás García
Jorge Moreno
Guillermo Sánchez
Piano: Julián Jiménez, Adrián Solla,
Guitarra: Ignacio Justiniano Serrano Maestro (guitarra eléctrica), Javier Rubio (guitarra eléctrica), Bajo: Diego García-Rojo, Miguel Colmenarejo (bajo)
Batería: Jorge Henríquez